miércoles, 23 de diciembre de 2009

La espera acabó... ¡Es Navidad!

¡MUY FELIZ NAVIDAD, AMIGO!

Otro año comienza en la Iglesia. Nuevamente el Señor se hace presente y desea mostrarte la fuerza de su Amor desde su tierna y delicada encarnación.

Este milagro tan hermoso y que tanto nos cuesta entender y explicar se lo debemos a la valentía única que tuvo esa joven hace más de 2000 años, que vivió su fe como una aventura digna de ser aceptada desde la confianza.

Ella es grande desde su pequeñez, porque desde el silencio de sus labios nos muestra el camino al Señor y nos carga en sus tiernos brazos cuando somos débiles niños, frágiles corazones anhelantes del Amor que ella nos regaló.

Por eso es que quiero que recemos juntos. Quiero invitarte a orar con esta canción hermosa que nos presenta un Salve "explicado", rezado por la experiencia de quien nos regaló esta letra preciosa vestida con una música que nos puede transportar a lo que muchos santos vivieron a los pies de Nuestra Madre.

¡Feliz navidad, amigo!

Dios te salve María,

sagrada María,

Señora de nuestro camino

llena eres de gracia

llamada entre todas

para ser la madre de Dios.


El Señor es contigo

y tú eres la sierva dispuesta

a cumplir su misión.

Y bendita tú eres dichosa

te llaman a ti la escogida de Dios.


Y bendito es el fruto

que crece en tu vientre

el Mesías del pueblo de Dios,

al que tanto esperamos que nazca

y que sea nuestro rey.


María he mirado hacia el cielo

pensando entre nubes

tu rostro encontrar

y al fin te encontré en un establo

entregando la vida a Jesús Salvador.


María he querido sentirte

entre tantos milagros

que cuentan de ti

y al fin te encontré en mi camino

en la misma vereda que yo

tenías tu cuerpo cansado

y un niño en los brazos durmiendo en tu paz.

María mujer que regalas la vida sin fin.


Tú eres santa María

eres nuestra Señora

porque haces tan nuestro al Señor.

Eres madre de Dios, eres mi tierna madre

y madre de la humanidad.


Te pedimos que ruegues

por todos nosotros heridos por tanto pecar,

desde hoy hasta el día final

de este peregrinar.


María he buscado tu imagen serena

vestida entre mantos de luz

y al fin te encontré dolorosa

llorando de pena

a los pies de una cruz.


María he querido sentirte

entre tantos milagros

que cuentan de ti

y al fin te encontré en mi camino

en la misma vereda que yo

tenías tu cuerpo cansado

y un niño en los brazos durmiendo en tu paz.

María mujer que regalas la vida sin fin.


Dios te salve María,

sagrada María,

Señora de nuestro camino.